Raíces para el futuro
CONSTRUCCIÓN VERNÁCULA NORUEGA.
En mi reciente viaje a Noruega me ví sorprendida por la profusión de cubiertas verdes. Las suponía un hecho anecdótico pero resultó todo lo contrario, nada circunscrito a una sola área sino a lo largo de todo el país. Esto me animó a indagar más en esta tipología local de cubierta para añadirla a este blog, siendo este artículo el resultado de este estudio.
Los techos «verdes» y ecológicos son comunes en los entornos campestres y las construcciones vernáculas de Noruega, son ideales para el equilibrio natural y son ciertamente interesantes en el paisaje.
El clima en Noruega
El clima es frío y húmedo, con inviernos muy fríos y veranos cálidos. La región es fría durante la mayor parte del año, las temperaturas se mantienen muy por debajo de cero y hay grandes nevadas.
Condiciones socioeconómicas
Las costumbres populares han dominado la arquitectura, especialmente en el uso de la madera, basada en siglos de artesanía y experiencia con el material. La proximidad a la naturaleza y la intimidad que conceden las propiedades inherentes del material están muy presentes en la arquitectura noruega, contribuyendo así a sus peculiares características nacionales.
Los países escandinavos eran principalmente sociedades agrarias hasta que, con la industrialización del siglo XIX las gentes empezaron a desplazarse desde el campo. En las sociedades agrarias los granjeros eran también carpinteros y construían sus propias casas. La madera forma parte de la cultura noruega, el hecho de que siempre haya estado al alcance de todos, hace que, en este clima, las casas de piedra fueran símbolo de riqueza, ya que requerían mucho esfuerzo para su construcción y mucho combustible para hacerla habitable.
Descripción constructiva
A partir de la segunda mitad del siglo XIX las casas vernáculas eran alargadas con cubiertas a dos aguas y hogar en el centro. Las paredes de madera se trataban con brea y aceites orgánicos en el exterior.
La casa tradicional de troncos de madera se ha desarrollado a lo largo del tiempo hacia un confort que trata de mantener el espacio interior tan aislado como sea posible de los elementos y evitar así la pérdida de calor.
Los tejados se cubrían con tableros de madera semicilíndricos añadiendo barro o pasto vegetal a modo de aislante, para evitar pérdidas de calor.Por debajo se coloca una capa de corteza de abedul para evitar filtraciones, sobre ella una primera capa de pasto con hierba hacia abajo (al secarse crea una capa de aire aislante), y sobre ella otra con hierba hacia arriba. La capa vegetal actúa como absorbente del agua de lluvia y proporciona aislamiento en invierno.
Hoy en día las cubiertas vegetales se hacen sobre una capa de fieltro, aislantes y plásticos impermeables; se complementan con cornisas y el manto vegetal se asegura con soportes especiales. Este espeso tapiz mantenía la casa fresca en verano e impedía la penetración de la nieve en invierno, formando una gruesa cubierta aislante que no dejaba escapar el calor que generaba la estufa de la habitación principal.
– Soporte de madera
– Corteza de abedul
– Tela asfáltica
– Plástico
– Manto vegetal
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