La huella de un despropósito
El próximo día de febrero 28 se acaba el plazo para que la hostelería pueda usar recipientes rellenables para el aceite de mesa, la hostelería vendrá obligada por el RD 895/2012 del 15 de noviembre a suministrar el aceite de consumo en monodosis, o envases desechables una vez se termine su contenido, para entendernos aceiteras desechables no rellenables.
Actualmente el aceite para el uso en las mesas o en las barras se venía suministrando con el típico convoy en recipientes de vidrio, en los que además del aceite se nos facilitaba el vinagre, la sal, y la pimienta.
Esta normativa va a prohibir que haya recipientes rellenables, no se podrá rellenar la aceitera de vidrio para ir “avanzando en la garantía de la calidad y autenticidad de los aceites.
Asimismo, tiene como objetivo mejorar la imagen del producto, en particular de las denominaciones de origen protegidas y las indicaciones geográficas protegidas y de las marcas productoras consolidadas en el mercado, e informar mejor al consumidor sobre las características del aceite que se pone a su disposición.”
Nada que objetar en este sentido pero hacerlo con la imposición de una medida que va en contra de la libre competencia, y en perjuicio de los consumidores que verían aumentados el coste del producto no parace el sentido correcto. Aunque hay aún un aspecto más preocupante que es pretende promocionar el aceite causando un enorme perjuicio al medio ambiente. Así lo debio de ver Europa que ha rechazado incluir la normativa como directiva europea por aspectos medioambientales, y es que parece obvio que sustituir el matrimonio de garrafa por aceitera de vidrio rellenable por envases de reducido tamaño o monodosis implica mayor consumo de plásticos, material de etiquetado, consumo de energía en la producción y en el transporte, de desperdicio de aceite, de generación de residuos.
España parece haber olvidado que firmó y aceptó el objetivo 20 20 20, que no era otro que para el año 2020, se redujesen las emisiones de gases de efecto invernadero un 20%, se redujese el consumo de energía primaria en un 20% (eficiencia energética), y generar un 20% de su energía por fuentes renovables con respecto a los valores de 1990.
Aprobar este Real Decreto es ir contra esta directiva por que a las claras se va en contra de cualquier proceso sostenible que parte por el ahorro en energía, ahorro de materiales evitando su uso fútil, evitar en la medida que se pueda la utilización de derivados del petroleo, la emisión innecesaria de gases de efecto invernadero, el desperdicio del aceite, y el aumento del consumo de agua, y el aumento en la generación de residuos.
¿Es una medida sostenible para la sociedad Española?, es decir, ¿nos va ha compensar en beneficios de ventas de nuestro aceite gracias al supuesto aumento en el conocimiento de la calidad que atesora, frente al coste en medidas ambientales (energía, agua, calidad del aire, materiales y desechos), unido al sobrecoste en el producto?.
A mi me parece que para aumentar el margen de beneficios de un producto para unos pocos son capaces de perjudicar al mundo que nos pertenece a todos. Se legisla para evitar el uso excesivo de bolsas de plástico pero se aprueba una normativa que aumenta el número de envases de plástico.
Los comentarios están cerrados en este artículo, pero los trackbacks y pingbacks están abiertos.